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( Dedicado a Mariana Paolino, gran personaje idóneo de las casualidades y causalidades...)
Hacía frío. Recuerdo que los pocos colores del ambiente eran el violeta de mi campera y el rojo y azul de mis guantes para la nieve. Todo al rededor era gris y frio, casi sin vida. A lo lejos y entre los árboles se perdía el camino que llevaba al salón comunal. Finalmente llegué y sin golpear, abrí la puerta de madera.
Al entrar todos los adultos me miráron y la madre de la cumpleañera me vino a saludar. Me saqué los guantes y los puse en el bolsillo de la campera, la cual tiré sobre un sillón donde se perdió entre otros abrigos.
Camine directamente hacía la cumpleañera y diciendo " Feliz Cumpleaños, Mariana" (más por educación que por deseo) le entregue el paquete. Mi madre le había comprado un set de ollitas de plástico y envolvió el " blíster" en un papel rosado. Ella lo rompió, sonrió y salió corriendo a mostrárselo a su padre. Le había gustado, a mi me daba lo mismo.
Como cualquier otro niño, comí papas chips, pizza y bebí mi buna cantidad de coca cola. ( en esa época no había Light, había Diet, pero yo como buen joven de 9 años, respetable y respetado. Tenía que tomar de la fuerte..." LA COMUN") El azúcar y los estímulos , tenían el control de mi cuerpo. Gritaba desde arriba de las sillas, sudaba todo el cuello de mi camisa y volaba hacía la otra punta del salón ,todo objeto semi-contundente q había a mi alcance.....El resto de los infantes, no se quedaban atrás, los más chicos, débiles y fáciles de convencer, estaban de mi lado...del otro lado......rebeldes, mi hermana y Mariana.
Ya había indicios de heridos, a uno se le rompió el reloj de plástico. ( esos q tienen luces y se abren arriba y adentro tienen unos caramelos.) Hasta que sucedió lo impensado....
La madre de Mariana se impuso.....todos en una fila. Repartió un número de color a cada uno..... a mi me tocó el 17 ( la desgracia.) Explicó que iba a sortear tres premios. Todos saltaron de emoción. A mi me daba lo mismo.
Sacó el primer número....4....Un pelirojo, con bigote de salsa de pizza, camino hacía adelante y con aire de sobrador, recibío un Micado.....Los niños aplaudieron. A mi me daba lo mismo.
Salío el segundo número.....el 24....una rubiecita con su vestido amarillo patito, pasó a recivir un mazo de cartas.....Todos los enenos saltarón y gritarón. A mi.... me daba lo mismo....
Se venía el último....yo miraba para la cocína , donde se veía a la tía de Mariana, preparar la torta....se me hacía agua la boca, necesitaba reponer azúcar para la segunda parte...( es parte en q van dejando de a uno la sala, pq vienen los padres a buscarnos y todo termina cuando quedas mano a mano con el cumpleañero.)
En eso escucho el último numero......17......miró mi papel y cierro y ábro los ojos nuevamente.....17....mi 17.....levanto la mano, con el número bien apretado y sin decir palabra alguna....camino hasta el frente....de una bolsa de nylon, la madre de Mariana sacó una caja del tamaño de un VHS...en ella se podía leer las palabras " Batalla Naval"...desde el momento en que la caja toco mis manos, no recuerdo más nada de ese cumpleaños...no recuerdo si hubo torta, piñata o sorpresitas.....solo sé que mi desgracia se había convertido en suerte y que por primera ( y única vez) había ganado algo en un sorteo.